jueves, 7 de mayo de 2009

Miércoles!! &%$#&^%*

Querido Lector (Y presunto otro):

Desde que comencé... Tu sabes, aquí. En la carretera de los jóvenes faltos de atención, he notado que mis ganas de decir groserías crecen. El impulso se apodera de mis dedos como solía apoderarse de mi lengua en tercero de primaria. Es un cosquilleo, una tentación especial, un placer culpable. En mi caso, por supuesto, para muchas personas viene y va como la digestión, y respeto eso; pero es algo a lo que soy ajena.

Me sospecho que la tentación se debe a que no me escuchas mientras escribo, no ves mi cara o mi ojo ni recibes la mayor parte de lo que quiero transmitir, y por esto busco mejores formas de expresarme, y creo encontrarlas en estos mejoradores de frases, como los llama Bob Esponja.
En cierto sentido creo que Bob tiene razón. Las groserías son palabras explicativas porque al no significar nada lo significan todo. Tu posteaste algo parecido, vimos como la palabra 'puta' podía ser mil cosas... Pero no en el caso de una mujer o algo asi. Se nada ilustra mejor un concepto que una palabrra obsssceenaa.

Tienen poder, muuuucho poder, pueden castigarte por 10 dias, pueden hacer que pierdas una amistad, un empleo [ha sucedido] pueden hacer un insulto 7 veces peor. De hecho, es por eso que son insultos en primer lugar.

Tienen utilidad. Creo que son una parte importante de nuestra vida de todos los dias. El que se tira de panza al canal y que grita "JODER!!", el tio gallego que cada treinta minutos te dice "Gilipollas!" y procede a dormirse sobre la olla de paella. Ellos contribuyen. Están preservando la cultura de su pais en sus peores momento, las palabras que acompañaban cada error nefasto de su existencia.

Lo extraño aquí es que a pesar del ambiente en el que estoy, donde es tan facil que salgan, no me siento a gusto. O.O nooo. Nada a gusto diciéndolas. Lo he intentado pero no, no me sale. Me simpatizan y les coqueteo. Pero quiero hacer funcionar mi comunicación sin tener que usarlas, aunque sea solo porque mi conciencia no me deja. Como diría este idiota que me cae mal... "Que bonita forma de adornar el lenguaje, tantas palabras que hay para comunicarse... " Seh, estoy 3/4 de acuerdo. Trataré de que ya no me hagan falta.

Tu usas muchas groserías, parece que te agradan o que te hacen sentir libre. Y curiosamente escribo más cuando hablo contigo... Ja. Tal vez sea presión de grupo pero me vale. Puedes golpearme si me oyes decir una grosería. Divagué mucho, pero al final lo que quería decir está bastante dicho.


Oh... Y hoy escuché el comercial más perturbante de mi vida.
Resulta que cuando el gobierno te quiere convencer sobre lo peligroso que es tener sexo a lo loco y las graves desventajas de la promiscuidá, curiosamente contrata a 10 hombres y mujeres para fingir orgasmos al aire. Que estupidez. Todo porque los ejecutivos de la secretaria de salud no han oido de la sutileza o de los mensajes subliminales.
Es suficiente por hoy.

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