
Fue en segundo de secundaria la primera vez que sentí atracción por un par de manos, eran las de un compañero al que llamaré Horacio. Las manos de Horacio eran blancas y con las venas bien marcadas, sus dedos eran de constitución media. A simple vista no tendrían porqué tener nada de interesante y sin embargo ahí me tenían esas manos, viéndolas.
Tiempo después, las manos de Any y las manos de Alice. Estas eran bastante diferentes a las de Horacio, o puede ser que lo que me llama la atención de ellas es otra cosa. Las manos de Any son morenas, de dedos finos y largos, pero no raquíticos, sus huesos son visibles bajo la piel pero no pierden su gracia; las manos de Alice se parecen mucho, excepto que los dedos serían un poco más largos y fuertes, pero igualmente delgados. Mis propias manos son parecidas a las suyas y me gustan.
Cuarto par de manos: Las manos de... Llamémosle Celsius esta vez. Las manos de Celsius son blancas, de "mediana constitución", ni muy flacas ni gordas. Son fuertes, son manos de hombre; pero pueden realizar trabajos que requieren mucho cuidado, se les marcan las venas, son hermosas.
Las manos de Chopin
¿Por qué elijo hacerle esta oda a un par de miembros que tan frecuentemente se pasan por alto?
Porque son tan expresivas que bien podrían ser un segundo rostro, una cara de la persona que nadie mira. Si te enojas, se empuñan; si estás feliz, se relajan. Saludan, prenden, escriben, pegan, sienten, acarician, crean, tocan, se comunican, demandan atención. Son una extensión de mi ser, de lo que siento. Cuando se ama a alguien se busca tocarlo y si no se ama, no. Tu primer acercamiento al mundo, tu primer medio de conocimiento fueron tus manos.

Son perfectas, la mano tuvo que evolucionar y dejar de ser un tosco mazo para convertirse en un instrumento preciso con el que el hombre construyó la civilización, su limpieza de movimientos le dio al hombre la capacidad de reinventarse, de construir. Es sofisticada como pocos miembros del cuerpo, la controlan 7 nervios diferentes, 21 músculos y un buen de articulaciones. Todo esto le permite moverse para todos lados, en mil ángulos diferentes con diferente fuerza y nivel de precisión, incluso con gracia y fluidez. Todo lo pueden hacer.

Qué regalo más bonito, digo yo.